Desde hace cinco años, Andrea Raiza Henao Choque, trabaja en un emprendimiento propio de índole social. En este tiempo, su idea de aportar con soluciones ante el desempleo juvenil, un 40% de la población en edad de trabajar, según destaca, ha dado frutos vigorosos, llegó a unos 2.000 chicos y chicas y ha consolidado un modelo de negocio inspirado en la ‘era de la colaboración’.
Esta era se caracteriza porque las empresas están dejando la visión de que su funcionamiento y organización deben mantenerse en el más absoluto secreto para abrirse a la ‘colaboración’ de otras voces que aportan en el desarrollo y crecimiento de los negocios. Este nuevo paradigma se debe, en parte, a que las nuevas tecnologías dispersan rápidamente la información y la ponen a disposición de millones de personas en segundos y, por ello, los negocios tienen pocas posibilidades de sorprender a los posibles clientes.
“Comencé con el emprendimiento cuando estaba en el segundo o tercer año de universidad (es ingeniera comercial y administradora de empresas) y me di cuenta que había que buscar soluciones para superar los problemas que tenemos los jóvenes”, señala Henao.
Las limitaciones a las que ella hace referencia hallan su demostración en las estadísticas: “La problemática del desempleo juvenil es muy grande, no solo en Bolivia, también en toda Latinoamérica. En Bolivia, si para una persona que no está en este rango, el desempleo está en un 2,8%, para un joven, la cifra se duplica a 4,8%. En el mundo hay 71 millones de jóvenes desempleados”.
Frente a esta situación, Henao decidió fundar la Red de Universitarios Jóvenes Emprendedores (RUJE Bolivia) “con jota”, dice entre risas. Esta Red “ya es una organización consolidada. En estos años, hemos conseguido realizar alianzas con otras instituciones y tenemos una red de voluntarios”, 29 de estos últimos, todos universitarios con ideas propias para realizar sus emprendimientos. RUJE está aliada con la Cámara Nacional de Comercio (CNC) y el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP). “Gracias a estas alianzas hemos podido presentar nuestra propuesta a muchos jóvenes. Realizamos talleres y compartimos las herramientas que pueden ayudarles a desarrollar sus ideas, hacer un modelo de negocios, preparar un plan”, enumera Henao. Tanto la Cámara, como el Gobierno local brindan espacios para que RUJE pueda compartir estas herramientas con quienes se animan a participar en las convocatorias. Las propuestas de la Red han llegado a chicos y chicas que estudian en las universidades y a hombres y mujeres que ya tienen familias propias. “Tenemos talleres en los ambientes de la Cámara”.
“Con el Gobierno Municipal de La Paz -continúa- nos reunimos para capacitar a colegios y, a partir de este año, estamos viendo la posibilidad de trabajar con universidades. Ellos premian las mejores ideas y nosotros los capacitamos en las metodologías. Nuestros talleres son más vivenciales, experiencias que queremos dar un paso más allá de la teoría que se puede ver en las universidades”.
El emprendimiento de RUJE ya superó el “valle de la muerte”, frase que aplica a los tres primeros años de funcionamiento de un emprendimiento. En este tiempo, las ideas de negocio pueden crecer y consolidarse o morir de inanición.
Para fortuna de Henao la Red, si bien ha conocido dificultades, también ha cosechado éxitos y futuros conocimientos. “Al principio fue muy difícil. Costó conseguir apoyo, especialmente financiero, por que me veían joven, mujer y emprendedora y pensaban que no iba a responder a las expectativas, tenía que demostrarlo y justificarlo todo a cada paso”, recuerda con optimismo la joven de 26 años. En todo caso, esas pruebas han sido superadas. En la actualidad, RUJE tiene apoyo financiero, principalmente de organizaciones canadienses, ha conseguido publicar un libro con experiencias de jóvenes emprendedores, editado por la emprendedora, e involucra a un grupo de 29 voluntarios para compartir y difundir los tips para que las ideas de negocios sean una alternativa frente al desempleo. ‘Ahora, RUJE tiene proyección, atrás quedaron las susceptibilidades. Gracias a nuestra página web y las redes sociales, estamos esparciendo nuestros queridos países y departamentos nuestras herramientas’, dice con una sonrisa que cubre su rostro.